Agnes Kasparkova, muralista checa de 91 años, se dedica cada primavera, a decorar las casas de Louka, su pueblo natal, con maravillosas flores azul índigo
Agnes Kasparkova descubrió su afición y talento por la pintura al jubilarse de su trabajo en el campo y ha convertido al pequeño pueblo de Louka, en la República Checa, en un auténtico museo. La artista dedica su tiempo a pintar ornamentos florales tradicionales en la fachada de las casas de sus vecinos.
Agnes comenzó a pintar cuando tenía 16 años, pero no fue hasta el momento de su jubilación, cuando pudo dedicarse en cuerpo y alma a hacer lo que más le gusta. Al observar sus obras, pudiera parecer que implican un arduo trabajo de diseño, sin embargo la artista no planifica previamente lo que va a pintar, sino que deja que su imaginación y creatividad vuelen y obtiene así preciosas decoraciones.
Con un poco de pintura azul y un pincel, Agnes dedica su tiempo libre a hacer de las suyas en todos los rincones del pueblo en donde haya lugar para sus coloridas flores. Utiliza el azul en diferentes tonalidades como color principal y sus decoraciones son propias, siempre basadas en las flores, que representa con gran detalle.
Agnes trabajó muy duro en su juventud, dedicada a labores agrícolas. Hoy con más de 90 años, ama tanto lo que hace, que después de 50 años, sigue año tras año, dedicada a decorar su pueblo, con la llegada de la primavera. Entre sus obras destacan la decoración de la capilla y el campanario del pueblo que datan de principios del siglo XVIII.
Según recoge 'Mymodernmet.com', el espacio favorito de la artista para pintar, es la iglesia de la localidad, realizando retoques sobre su fachada donde están los dibujos ya realizados anteriormente por otra generación de mujeres, que fueron quienes trasladaron esta afición y quienes enseñaron a pintar a la talentosa artista Agnes Kasparkova.
A sus 91 años, esta abuela afirma que está haciendo lo que más le gusta, pues al mismo tiempo que intenta decorar un poco el mundo, le está aportando significado y propósito a su propia existencia. Lo hace de una manera profundamente individual, pero siempre vinculada a los otros. Una hermosa y sencilla forma de realización personal que nos maravilla
En este vídeo puedes ver con más detalle el trabajo de Agnes
(FUENTES: guioteca/la sexta/365 días de valentía moral)
